domingo, 14 de diciembre de 2014

Bioética y Fisioterapia

En esta nueva entrada quiero expresar mi opinión sobre algunos dilemas éticos que podemos encontrar en nuestra profesión como fisioterapeutas, empezaré realizando una introducción sobre cuales son los principios bioétcos.



Principio de autonomía


La autonomía expresa la capacidad para dar normas o reglas a uno mismo sin influencia de presiones externas o internas. El principio de autonomía tiene un carácter imperativo y debe respetarse como norma, excepto cuando se dan situaciones en que las personas puedan no ser autónomas o presenten una autonomía disminuida, en cuyo caso será necesario justificar por qué no existe autonomía o por qué ésta se encuentra disminuida. En el ámbito médico, el consentimiento informado es la máxima expresión de este principio de autonomía, constituyendo un derecho del paciente y un deber del médico, pues las preferencias y los valores del enfermo son primordiales desde el punto de vista ético y suponen que el objetivo del médico es respetar esta autonomía porque se trata de la salud del paciente.


Principio de beneficencia


Obligación de actuar en beneficio de otros, promoviendo sus legítimos intereses y suprimiendo prejuicios. En medicina, promueve el mejor interés del paciente pero sin tener en cuenta la opinión de éste. Supone que el médico posee una formación y conocimientos de los que el paciente carece, por lo que aquél sabe lo más conveniente para éste.


Principio de no maleficencia


Abstenerse intencionadamente de realizar acciones que puedan causar daño o perjudicar a otros. Es un imperativo ético válido para todos, no sólo en el ámbito biomédico sino en todos los sectores de la vida humana. En medicina, sin embargo, este principio debe encontrar una interpretación adecuada pues a veces las actuaciones médicas dañan para obtener un bien. Entonces, de lo que se trata es de no perjudicar innecesariamente a otros.


Principio de justicia

Tratar a cada uno como corresponda, con la finalidad de disminuir las situaciones de desigualdad de qualquier tipo. En nuestra sociedad, aunque en el ámbito sanitario la igualdad entre todos los hombres es sólo una aspiración, se pretende que todos sean menos desiguales, por lo que se impone la obligación de tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales para disminuir las situaciones de desigualdad.

La relación médico-paciente se basa fundamentalmente en los principios de beneficencia y de autonomía, pero cuando estos principios entran en conflicto, a menudo por la escasez de recursos, es el principio de justicia el que entra en juego para mediar entre ellos. En cambio, la política sanitaria se basa en el principio de justicia, y será tanto más justa en cuanto que consiga una mayor igualdad de oportunidades para compensar las desigualdades.




Conflictos éticos del fisioterapeuta entre los principios de justicia y autonomía

Los límites de la prestación, ¿hasta cuando mantener la actuación una vez iniciada?, ¿debemos incidir hasta mejorar lo preexistente? o ¿podemos obcecarnos en tratar cuando las posibilidades son escasas?.


Principio de justicia

Limitado acceso a la prestación VS finalización de la misma, que no se  encuentran claramente definidos y en muchos casos no lo están  siquiera  igualdad de acceso y de atención entre los usuarios potenciales, quedando el mismo sujeto al lugar de residencia e incluso al centro concreto


Principio de autonomía

Proceso continuo de transmisión de información entre usuario y fisioterapeuta, propiciado por la duración de los tratamientos. Esta comunicación bidireccional continua determina en gran medida el nivel de información del que dispondrá el usuario, así como la toma de decisiones compartida a nivel terapéutico. Es importante señalar que en muchos casos se deberán tener en cuenta las dificultades de comunicación derivadas de déficits sensoriales o físicos que presente el usuario.


Conflictos éticos del fisioterapeuta entre los principios de beneficencia y no maleficencia

Hay que valorar los tratamientos sin fundamento científico que pudieran incidir negativamente, es decir, crear falsas expectativas e incluso hacer perder el tiempo a las personas que acuden confiadas.


Principio de beneficencia


Insuficiente evidencia científica respecto a la efectividad de la fisioterapia, con lo que la práctica basada en la evidencia se encuentra comprometida, quedando el peso de la actuación en la experiencia propia, siempre importante pero limitada.


Principio de no maleficencia


El contacto continuado con el usuario, y la diversidad de población que acude a los centros, con sus peculiaridades culturales, sus creencias religiosas, sus concepciones socio-políticas particulares, o cualquier otra diferencia, podrían influir en el desarrollo de la prestación